Pobre Diabla

La humilde joven Fiorella Morelli conoce a Don Andrés Mejía Guzmán, un prestigioso empresario de mediana edad condenado a muerte por una grave enfermedad terminal recién diagnosticada. Don Andrés es un miembro de una de las familias más importantes de Lima y el dueño de la principal editorial de Perú, la Editorial América. Andrés se enamora de Fiorella y le pide matrimonio para pasar sus últimos meses de vida con ella. Sin embargo, Andrés no le cuenta nada a ella, ni a nadie sobre su enfermedad.

La feliz pareja se marcha de luna de miel a Europa. Tras su estancia, Andrés decide presentar a Fiorella ante su familia como su esposa; sin embargo, el destino tiene otros planes y muere justo antes de entrar a la casa, dejando a la pobre chica viuda.

La familia Mejía Guzmán no se toma este hecho nada bien. La madre de Andrés, Doña Roberta, rechaza este matrimonio, y la repentina muerte de su primogénito hace que odie a Fiorella. Este odio aumenta cuando descubre que el testamento designa como únicos herederos de la fortuna familiar a Fiorella y a un hijo ilegítimo que tuvo con una antigua sirvienta. La única condición para que puedan heredar el dinero es que ambos herederos convivan en la mansión durante un año.

Esta condición no resulta tan sencilla como parece; el hijo del fallecido, también llamado Andrés, tampoco acepta a la esposa de su padre porque su madre siempre esperó que Andrés Padre fuera a buscarla, y que si no lo hacía era por su familia, hecho que pasó por alto para casarse con Fiorella.

Con la convivencia, esté rechazo se convierte poco a poco en amor, lo cual resulta casi más problemático. Sin embargo, como en toda telenovela que se aprecie, al final el amor será capaz de superar todos los obstáculos para triunfar.