Niña Amada Mia

Clemente Soriano es un hombre poderoso que lo tiene todo en la vida: es millonario, tiene tres hijas hermosas y recientemente se ha casado con Karina, su joven y atractiva secretaria. Sin embargo, su pasado está lleno de oscuros secretos, y la aparente felicidad en la que vive pronto se verá amenazada por su viejo enemigo, Octavio Uriarte, que es arquitecto. La familia Uriarte odia a Clemente, ya que lo culpan de la muerte de Servando, hermano de Octavio e hijo de Doña Socorro. Servando y Clemente eran socios y amigos hasta que Clemente lo traicionó; Servando murió de dolor y Clemente aprovechó la situación para además robarle el amor de su viuda.

Isabela es la hija mayor de Clemente. Es una mujer joven, fuerte y decidida que adora a su padre, pero no le puede perdonar que se haya casado con Karina, de quien Isabela no se fía. Un día, Isabela casi atropella a un hombre con su coche. Este hombre resulta ser Víctor Izaguirre, el nuevo veterinario del rancho de Clemente. Isabela se enamora de Víctor a pesar de que ya está comprometida con César, un entrenador de caballos en el rancho. Cuando Isabela descubre que Víctor y Karina tienen una relación, sus celos la consumen por dentro y sufre terriblemente. Sin embargo, Víctor en verdad también ha sido víctima de las intrigas y manipulaciones de Karina, porque para él no hay otra mujer más que Isabela.

Diana es la segunda hija de Clemente. Es muy insegura de sí misma y tiene algunas dudas sobre si su profesión como arquitecto es lo que realmente la hará feliz. Mauricio, un viejo amigo de la escuela de Arquitectura enamorado en secreto de ella, le presenta a su viejo profesor de la universidad, quien resulta ser Octavio Uriarte. A pesar del odio entre las dos familias, nace un gran amor entre Octavio y Diana. Pero Clemente, como era de esperarse, se opondrá férreamente a la relación e intentará destruirla.