Mujer de nadie
En Cholula, Puebla radica Lucía Arismendi (Livia Brito), una hermosa mujer que vive con Jacobo (Marco Treviño), su padre e Isaura (Cynthia Klitbo), su cruel, ludópata y ambiciosa madrastra. Además, Lucía vive plenamente enamorada de su novio Alfredo Terán (Arap Bethke), sin imaginarse que tiene una doble vida y solo quiere aprovecharse de Lucía para sacar ventaja.
Un día, Isaura llega al casino de Heriberto Valdepeña (Roberto Soto), el hombre más rico y e influenciable del Cholula, y apuesta las escrituras de la casa de Jacobo, sin embargo, esta pierde la apuesta; Jacobo se entera de que Isaura apostó y perdió la casa y al caer la noche, la confronta y sufre un infarto durante la discusión y fallece. Isaura aprovecha la situación para culpar a Lucía de dicha desgracia.
Para recuperar algo de lo perdido, Isaura y Alfredo se ponen de acuerdo para vender a Lucía ante Heriberto, quien enamorado de su belleza, buscará hacer suya a Lucía sin importar quien se cruce en su camino. Mientras escapa de Heriberto, Lucía conoce a Fernando Ortega (Marcus Ornellas), un hombre que mientras intentaba llegar a Cholula se encuentra a Lucía en su camino y la salva de las manos de Heriberto, además, con el que siente una gran conexión.
Un día, Isaura llega al casino de Heriberto Valdepeña (Roberto Soto), el hombre más rico y e influenciable del Cholula, y apuesta las escrituras de la casa de Jacobo, sin embargo, esta pierde la apuesta; Jacobo se entera de que Isaura apostó y perdió la casa y al caer la noche, la confronta y sufre un infarto durante la discusión y fallece. Isaura aprovecha la situación para culpar a Lucía de dicha desgracia.
Para recuperar algo de lo perdido, Isaura y Alfredo se ponen de acuerdo para vender a Lucía ante Heriberto, quien enamorado de su belleza, buscará hacer suya a Lucía sin importar quien se cruce en su camino. Mientras escapa de Heriberto, Lucía conoce a Fernando Ortega (Marcus Ornellas), un hombre que mientras intentaba llegar a Cholula se encuentra a Lucía en su camino y la salva de las manos de Heriberto, además, con el que siente una gran conexión.
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