Esmeralda
En una tormentosa noche llegan al mundo dos bebés en diferentes lugares de un mismo pueblo: un varón sano y hermoso llega al hogar de unos humildes trabajadores cuyo padre hacía poco había muerto y la madre acababa de morir al traerle al mundo. En otro hogar Blanca (Raquel Morell), la esposa del rico y orgulloso hacendado Rodolfo (Enrique Lizalde) da a luz a una niñita tan débil que la creen muerta en el momento de nacer. La curandera Dominga (Raquel Olmedo) cuenta a la nana de la niña lo que acaba de acontecer en la otra casa y como no sabe que hacer con el bebé, la nana Crisanta (Dina de Marco) conviene un arreglo y cambia a los niños por el bien de todos, así el niño tendrá el hogar que necesita y sus señores no se abrumarán de la pena al saber a su hijo muerto al nacer. Dominga duda pero al final consiente por el bien del niño, agradecida Crisanta entrega unos aretes de esmeraldas muy valiosos.
En la Casa Grande los Peñarreal están felices por su hijo varón pero al notar Blanca la ausencia de unos aretes de esmeralda, precio que Crisanta pagó a Dominga por el intercambio, Crisanta ya no puede resistir y le cuenta a su patrona la verdad. Esta reacciona mal pero acepta al niño y decide ocultarle la verdad a su marido. De modo que los Peñarreal crían a ese niño, a quien Rodolfo pone de nombre José Armando. En la choza de Dominga la niña de los Peñarreal comienza a dar señales de vida. Dominga se asusta ante el hecho pero decide no regresarla ante lo que le cuenta Crisanta de su patrón. La niña nace ciega y esto horroriza a Dominga más, aun así decide quedarse con la niña y criarla poniéndole el nombre de Esmeralda.
Los años pasan y los niños crecen. En el pueblo de Maravillas, donde se encuentra la Casa Grande, Esmeralda (Leticia Calderón), la hija de los Peñarreal es una chica dulce y tierna cuyos únicos amigos son la familia Lucero y Melesio (Ignacio López Tarso). Esmeralda además tiene como costumbre visitar las tumbas de sus supuestos "padres" y platicar con el sepulturero, Fermín (Noé Murayama), un hombre de carácter noble, además Esmeralda le tiene un cariño a Lucio Malaver (Salvador Pineda), el médico del pueblo, un hombre aparentemente bueno pero en el fondo obsesionado con Esmeralda, a la cual salvó de morir en un incendio y por esa causa quedó con la mitad del rostro desfigurado.
En la Casa Grande los Peñarreal están felices por su hijo varón pero al notar Blanca la ausencia de unos aretes de esmeralda, precio que Crisanta pagó a Dominga por el intercambio, Crisanta ya no puede resistir y le cuenta a su patrona la verdad. Esta reacciona mal pero acepta al niño y decide ocultarle la verdad a su marido. De modo que los Peñarreal crían a ese niño, a quien Rodolfo pone de nombre José Armando. En la choza de Dominga la niña de los Peñarreal comienza a dar señales de vida. Dominga se asusta ante el hecho pero decide no regresarla ante lo que le cuenta Crisanta de su patrón. La niña nace ciega y esto horroriza a Dominga más, aun así decide quedarse con la niña y criarla poniéndole el nombre de Esmeralda.
Los años pasan y los niños crecen. En el pueblo de Maravillas, donde se encuentra la Casa Grande, Esmeralda (Leticia Calderón), la hija de los Peñarreal es una chica dulce y tierna cuyos únicos amigos son la familia Lucero y Melesio (Ignacio López Tarso). Esmeralda además tiene como costumbre visitar las tumbas de sus supuestos "padres" y platicar con el sepulturero, Fermín (Noé Murayama), un hombre de carácter noble, además Esmeralda le tiene un cariño a Lucio Malaver (Salvador Pineda), el médico del pueblo, un hombre aparentemente bueno pero en el fondo obsesionado con Esmeralda, a la cual salvó de morir en un incendio y por esa causa quedó con la mitad del rostro desfigurado.