Alondra

La historia comienza con la imagen de un diario al que da lectura Alondra (Diana Bracho) ya grande, quien indica que nació en el pueblo de San Miguel mostrando unas imágenes que dejan ver claramente que se trata de San Miguel de Allende en el Estado de Guanajuato.

Vemos en una segunda escena al padre de Alondra, Baldomero Díaz (Eric del Castillo) al lado de la madre de Alondra, Verónica Real de Díaz (Jacqueline Andere), quien agonizante pide ver por última vez a su hija, una vez que se ha despedido de ella muere, narrando una vez más Alondra (Yuliana Peniche) que ella tenía cinco años cuando esto ocurrió, y más aún cuanto este hecho había marcado su vida, siendo el hecho más importante que a partir de este momento es el amor de su padre en el que ella se sintió apoyada.

Posteriormente, y ante la necesidad de ayuda Baldomero invita a vivir con ellos a su hermana Loreto Díaz vda. de Escobar (Beatriz Sheridan), inmediatamente vemos una escena en un vagón de ferrocarril en donde Loreto viaja con sus dos hijos, Rigoberto (Isaac Edid) y María Elisa (Valentina García) indicando que esta última es de la misma edad que Alondra. Una vez que han llegado a la estación Baldomero y Alondra ya los están esperando, en este encuentro se presentan ambas familias, Loreto se muestra dulce con Alondra, sin embargo, en este momento hace un comentario acerca del nombre de Alondra indicando que no era un nombre cristiano por lo que no entendía cómo había podido ser bautizada con este nombre.

Una vez en casa de Baldomero, se ven escenas de Alondra y Maria Elisa jugando felizmente, sin embargo, la narración de Alondra nos dice que esa calma duró pocos meses ya que su tía Loreto comenzó a mostrarse tal cual era, interrumpiendo sus juegos y reprendiendo duramente a Alondra e incluso lastimándola jalándole el cabello, a pesar de los intentos de María Elisa por defenderla, Loreto insiste en que todo es culpa de Alondra, siguiendo la narración cuenta como ella sentía que su tía le iba tomando odio, que siempre estaba vigilándola y más aún que le adjudicaba las travesuras realizadas por su primo Rigoberto.

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