inocente de ti
Florecita González (Camila Sodi) es una joven alegre y esforzada que vive en Zacatecas junto a su hermana, Isela (Altaír Jarabo), y la abuela de ambas, Cleotilde (Patricia Reyes Spíndola). Las tres mujeres deciden viajar a los Estados Unidos, donde viven el padre y los hermanos de las dos jóvenes. Se embarcan en un peligroso viaje que les cuesta muchas lágrimas, pues Cleotilde fallece mientras cruzan el desierto y sus nietas se ven obligadas a enterrarla allí mismo.
Finalmente, tras un largo trayecto, las dos hermanas llegan a Miami. Allí descubren que su padre, Rubén (Salvador Pineda), ha caído preso del alcohol y que Gabriela (Lupita Ferrer), su esposa y la madre de los hermanos, los abandonó mucho tiempo atrás, se ha vuelto a casar y también reside en Miami, donde es una exitosa conductora de televisión. Sin embargo, Gabriela (a quien toda la familia da por muerta) todavía siente remordimientos al haber abandonado a sus hijos.
Florecita no pierde tiempo y empieza a buscar trabajo para mantener a su familia, ya que su padre está impedido para trabajar. La joven empieza a vender flores en la calle, y un día conoce a Julio Alberto Castillo (Valentino Lanús), un joven de clase alta que está destrozado, pues perdió trágicamente a su novia, Gloria (Karla Monroig), el mismo día que se casaron. Sin embargo, la compañía desinteresada de Florecita comienza a reanimarlo poco a poco.
Julio Alberto es hijo de Rebeca Linares-Robles (Helena Rojo), una frívola y ambiciosa dama de sociedad. Sin embargo, para pesar de Rebeca, tanto ella como sus tres hijos viven de la caridad de la hermana gemela de Rebeca, Raquel (Helena Rojo). Ambas hermanas se detestan, y Raquel vive preocupada pensando que la única heredera de su fortuna será su odiosa hermana. Al quedarle poco tiempo de vida debido a una enfermedad terminal, la mujer decide hacer una jugada maestra: convertir a la joven vendedora de flores en su heredera universal.
Finalmente, tras un largo trayecto, las dos hermanas llegan a Miami. Allí descubren que su padre, Rubén (Salvador Pineda), ha caído preso del alcohol y que Gabriela (Lupita Ferrer), su esposa y la madre de los hermanos, los abandonó mucho tiempo atrás, se ha vuelto a casar y también reside en Miami, donde es una exitosa conductora de televisión. Sin embargo, Gabriela (a quien toda la familia da por muerta) todavía siente remordimientos al haber abandonado a sus hijos.
Florecita no pierde tiempo y empieza a buscar trabajo para mantener a su familia, ya que su padre está impedido para trabajar. La joven empieza a vender flores en la calle, y un día conoce a Julio Alberto Castillo (Valentino Lanús), un joven de clase alta que está destrozado, pues perdió trágicamente a su novia, Gloria (Karla Monroig), el mismo día que se casaron. Sin embargo, la compañía desinteresada de Florecita comienza a reanimarlo poco a poco.
Julio Alberto es hijo de Rebeca Linares-Robles (Helena Rojo), una frívola y ambiciosa dama de sociedad. Sin embargo, para pesar de Rebeca, tanto ella como sus tres hijos viven de la caridad de la hermana gemela de Rebeca, Raquel (Helena Rojo). Ambas hermanas se detestan, y Raquel vive preocupada pensando que la única heredera de su fortuna será su odiosa hermana. Al quedarle poco tiempo de vida debido a una enfermedad terminal, la mujer decide hacer una jugada maestra: convertir a la joven vendedora de flores en su heredera universal.