Mi Camino es amarte
Guillermo Santos Pérez (Gabriel Soto) es un hombre de valores que se gana la vida conduciendo su tractocamión. Además de ser un hombre cariñoso con su familia, busca formar un hogar con Úrsula (Sara Corrales), una mujer a la que acaba de proponerle matrimonio y que trae arrastrando un oscuro pasado.
Cuando sus planes de vida iban marchando en orden, Olivia (Claudia Álvarez), su exnovia que se encuentra al borde de la muerte, le confiesa que tuvieron una hija, Isabella (Camille Mina) y le pide que la encuentre en casa de Daniela Gallardo (Susana González) y Fausto Beltrán (Mark Tacher), los padres adoptivos de Isabella. Guillermo, dispuesto a conocer a Isabella, va a la casa de los Beltrán a encontrarse con su hija, donde lo confunden con la nueva asistente de Daniela, una exitosa paisajista que no ha podido cumplir su sueño de llevar un niño en su vientre.
En el primer encuentro que Guillermo tiene con Isabella, él experimenta una conexión que en él hace despertar el sentimiento que todo hombre puede sentir, el amor de padre e hija.
Guillermo decide trabajar con Daniela para estar cerca de Isabella, mientras confirma con una prueba de ADN que él es su padre. Gracias a la convivencia diaria, Guillermo se convierte en el confidente de Daniela y es así como descubre la soledad que ella vive en su matrimonio y que su única razón de ser en la vida es Isabella.
Cuando sus planes de vida iban marchando en orden, Olivia (Claudia Álvarez), su exnovia que se encuentra al borde de la muerte, le confiesa que tuvieron una hija, Isabella (Camille Mina) y le pide que la encuentre en casa de Daniela Gallardo (Susana González) y Fausto Beltrán (Mark Tacher), los padres adoptivos de Isabella. Guillermo, dispuesto a conocer a Isabella, va a la casa de los Beltrán a encontrarse con su hija, donde lo confunden con la nueva asistente de Daniela, una exitosa paisajista que no ha podido cumplir su sueño de llevar un niño en su vientre.
En el primer encuentro que Guillermo tiene con Isabella, él experimenta una conexión que en él hace despertar el sentimiento que todo hombre puede sentir, el amor de padre e hija.
Guillermo decide trabajar con Daniela para estar cerca de Isabella, mientras confirma con una prueba de ADN que él es su padre. Gracias a la convivencia diaria, Guillermo se convierte en el confidente de Daniela y es así como descubre la soledad que ella vive en su matrimonio y que su única razón de ser en la vida es Isabella.