Las tontas no van al cielo
Candy está a punto de casarse con Patricio, su amor de toda la vida, pero en la despedida de soltero, este se acuesta con su hermana, Alicia. Después de la ceremonia religiosa, Candy descubre a Patricio y a Alicia besándose y con el corazón destrozado se va a vivir a Guadalajara con su tío Meño pidiéndole que le diga a todos que está muerta, hecho que todo mundo cree.
Candy y Alicia tuvieron una relación muy difícil de niñas debido a que a Alicia le gustaba el ballet, y Candy quería bailar como ella, así que un día le tomó sus zapatillas de ballet y se las puso, cuando Alicia se dio cuenta se las quitó y cuando iban discutiendo Alicia intentó empujar a Candy por las escaleras pero ella tropezó y cayó por ellas, y desde entonces no pudo volver a practicarlo.
Candy tiene un niño al que bautiza como Salvador Chava como ella le dice de cariño debido a que considera que su hijo es su Salvador, Candy empieza a trabajar en el restaurante de su tío Meño.
Santiago es un cirujano plástico (estaba en su boda con Patricio, ya que Santiago operó al papá de Patricio) casado con Paulina, ésta se embaraza pero nunca deja de trabajar, hecho que molesta a Santiago una vez que la pequeña Rocío nace, Paulina se va a trabajar a Nueva York abandonando a su marido e hija.
Siete años después de la fallida boda de Candy, ella continua viviendo en Guadalajara donde se convierte en entrenadora del equipo de fútbol de su hijo donde la asiste su mejor amiga Soledad cuyo hijo es el mejor amigo de Chava, Beto. Patricio termina casándose con Alicia (hermana de Candy) sin embargo ella se molesta constantemente debido a que Patricio no ha podido olvidar a Candy.
Santiago pone una clínica en la ciudad de Guadalajara donde conoce a Candy en el edificio donde trabajan ambos y aunque al principio Candy odia a Santiago el amor se va haciendo cada vez más fuerte entre ellos aunque su novia, Marissa, una mujer posesiva y fría, les hace la vida imposible a Santiago y a Candy.
Candy y Alicia tuvieron una relación muy difícil de niñas debido a que a Alicia le gustaba el ballet, y Candy quería bailar como ella, así que un día le tomó sus zapatillas de ballet y se las puso, cuando Alicia se dio cuenta se las quitó y cuando iban discutiendo Alicia intentó empujar a Candy por las escaleras pero ella tropezó y cayó por ellas, y desde entonces no pudo volver a practicarlo.
Candy tiene un niño al que bautiza como Salvador Chava como ella le dice de cariño debido a que considera que su hijo es su Salvador, Candy empieza a trabajar en el restaurante de su tío Meño.
Santiago es un cirujano plástico (estaba en su boda con Patricio, ya que Santiago operó al papá de Patricio) casado con Paulina, ésta se embaraza pero nunca deja de trabajar, hecho que molesta a Santiago una vez que la pequeña Rocío nace, Paulina se va a trabajar a Nueva York abandonando a su marido e hija.
Siete años después de la fallida boda de Candy, ella continua viviendo en Guadalajara donde se convierte en entrenadora del equipo de fútbol de su hijo donde la asiste su mejor amiga Soledad cuyo hijo es el mejor amigo de Chava, Beto. Patricio termina casándose con Alicia (hermana de Candy) sin embargo ella se molesta constantemente debido a que Patricio no ha podido olvidar a Candy.
Santiago pone una clínica en la ciudad de Guadalajara donde conoce a Candy en el edificio donde trabajan ambos y aunque al principio Candy odia a Santiago el amor se va haciendo cada vez más fuerte entre ellos aunque su novia, Marissa, una mujer posesiva y fría, les hace la vida imposible a Santiago y a Candy.